Se asoman todas a la ventana,
son por miles de estrellas naciendo,
de un cielo que se volvió tan negro,
como vanas fueron mis esperanzas.
Podría decir que culpas no tengo,
que fueron ninfas, sirenas y hadas
o una serpiente con su manzana,
pero hace ya mucho que no miento.
Rafa Marín
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