Miro tu alma pura y sincera,
como un ópalo oculto a todos,
ese que brilla tanto como oro
y deslumbra a quién se queda.
Miro tus ojos como un tesoro,
sólo la maldad no se entrega.
Eres la brisa, como un todo,
que con su presencia nos rodea.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario