Hay días que ando perdido,
como un ciego en el bosque,
esperando cesen los sonidos,
y que el silencio me destroce.
Me reveló contra todos y sobrevivo,
pero algo dentro se me rompe.
Soy ese animal que está herido,
que teme de otra piel su roce,
todo es un enorme sinsentido.
Busco en las aceras porque,
sólo en ellas viven los míos.
Los que no temen la ola que rompe,
los que tienen seis sentidos
y no abusan de esos otros pobres,
a los que la vida hizo ricos.
Rafa Marín