A la noche en el mar le escribo estas letras,
una razón quisiera para poderle cantar,
versos inmunes contra las bellas sirenas.
Levanto las manos vacías de bondad
y así con un dedo señaló una estrella.
Si pudiera otra ver inocente amar;
ser un alma simple que no sabe de querellas.
Pero mi alma se manchó de tanto mal,
que ahora ya no puede a nadie amar,
por mucho que mi corazón lo quisiera.
Rafa Marín
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