Sobre la pétrea soledad,
de sus altos muros,
donde descansan olvidadas,
paz y armonía, mira:
¿Que más da?
Bajos sus pies se amontonan,
como perdidos susuros,
donde descansan olvidadas,
paz y armonía, mira:
¿Que más da?
Bajos sus pies se amontonan,
como perdidos susuros,
los te quiero y los miedos;
todo se volvió fría niebla.
Sólo de vez en cuando,
un tenue rayo de sol brilla,
un yo, que no quiere claudicar.
un tenue rayo de sol brilla,
un yo, que no quiere claudicar.
Rafa Marín
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