Con lo bonitos que serian,
tres o cuatro versos más.
Tú, que en el negro silencio,
te empeñas en dejarlos hibernar,
como perezosas marmotas.
De esa pereza que es,
el no dejarse arrastrar,
tres o cuatro versos más.
Tú, que en el negro silencio,
te empeñas en dejarlos hibernar,
como perezosas marmotas.
De esa pereza que es,
el no dejarse arrastrar,
por la voz y su marea.
Tú, poeta, eres el que más pecas,
rendido al placer ahora estás,
complaciente sonrisa rota.
Tú, poeta, eres el que más pecas,
rendido al placer ahora estás,
complaciente sonrisa rota.
Rafa Marín
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