Son tan gratificantes,
lo más bonito que vi;
sin dudarlo hoy lo diría,
son sus perfectos ojos.
Una lección de humildad,
portento de la belleza,
frescas lagunas quizás,
de la más pura alegría.
Tan inocente su mirar,
para mi vida son armonía
y para mis sueños paz.
Del ayer, aquellos días,
los mil besos primeros,
encendida la pasión,
que bailando me decían;
asómate a este mar,
libertad su vida ofrecía.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario