Pasear por los caminos,
bajo esta llovizna de otoño.
Recordar cada por qué, de
esta vida vivimos sin buscar
la verdad a la que me asomo.
Quizás son sueños peregrinos
o tal vez los frutos del antojo.
Pero caminar...
sin tener miedo al destino
sobre esta que se me hace;
un infinito mar de abrojos,
donde la vida dejo si respiro.
Caminar mientras al mundo
le regalo sonriendo mis despojos.
Rafa Marín
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