Caminar por
caminar,
sólo eso te dejó
la vida.
Atado a ese
aparato
al que te
condenó la edad.
Tiempo gastado
en luchar,
en la búsqueda
del sustento
y la esquiva verdad.
Me sonríes al
verme pasar,
un saludo que
ahora entiendo.
A la noche temes
cada día más,
miedo a cerrar
los ojos
para nunca
despertar.
Coronas por las
que llorar
y una banda
púrpura
como único
recuerdo.
Rafa Marín
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