Al son de los sueños olvidados 
va creciendo en mi interior 
la pasión que sueñan los humanos. 
Suspiros que si una vez robé,
mil sinsabores que tú
me devolviste arracimados. 
Lucha que mantenemos 
como se dice mano a mano, 
gladiadores somos de este circo 
en el que el espacio ocupamos. 
 Sin ser
ya jóvenes insensatos 
ni nada teniendo de sabios ancianos, 
voy escribiéndote aquí versos 
que no son más que carne devorada 
por los inmortales gusanos.
Rafa Marín
 
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