Se filtra ahora la luz,
por esa rendija de la ventana,
lo que quería ser arcoíris,
sólo es una línea distorsionada.
Pero cambio de ojo y ahí está,
un multicolor haz,
que de soñar me saca.
Me levanto y todo sigue igual,
la cocina y su olor a tostadas.
La risa del niño me llega, tan limpia
y tan dulcemente clara.
Es otro día más, otra prueba,
seguir adelante y soñar,
con tu voz que me reclama.
Vamos, me dices, da igual.
Solo es otra sombra,
que el camino nos regala.
Así, que sin mirar atrás;
tomo tu mano y río.
¿Quién no querrá estas penas,
tomo tu mano y río.
¿Quién no querrá estas penas,
si eres tú quien me acompaña?
Rafa Marín
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