Si no fueran tus ojos,
quizás serían tus manos
o tu piel o el rojo de tus labios.
Si no fuera tu voz,
quizás sería lo que imagino;
un sueño que madura,
mientras sigo tu destino.
Si no fuera la verdad,
mentiré cual bellaco.
Pero siempre habrá, lo digo;
un porque así te amo.
No hay más distancia que esta;
cuando entre mis brazos te tengo,
un cielo que se ilumina en verano,
una larga noche de invierno.
Soy feliz,
solo porque estás a mí lado,
soportando la tormenta de mis sueños,
frutos de la vida que he llevado.
Quisiera hacerte feliz,
perderme contigo en un beso;
morir cuando no estés a mí lado.
Poder gritar: que tú me has amado.
Rafa Marín
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