Vistas de página en total

jueves, 29 de noviembre de 2018

Yo quisiera ser dócil,
como un caballito de carrusel.
Pero me corre ícor por la venas
y los dioses quieren verlo correr.
Tengo siempre hambre,
esa es mi condena
y por eso te quiero conocer.
Donde la paz para otros es familia,
hijos y carrito de supermercado;
para mí está en mirar a los ojos,
besar sin tiempo, pedirlo todo.
Tú, que no me quieres creer,
acabarás en mis brazos,
sintiéndose bella y mujer.

Rafa Marín

No hay comentarios:

Publicar un comentario