Hay heridas que nunca se cierran,
como sueños que jamás se alcanzan.
Hay verdades que son tan amargas,
noches que no tienen estrellas.
Hay, quizás la pena valgan,
personas que nos hablan de conciencia;
rumores entre las peñas pulidas
por el tiempo pasado y por agua.
Hay una fe y una esperanza
que los ojos nos ciegan.
Hay amores que son toda una vida
y momentos que una entera llenan.
Me asomó sin querer,
para eso abrí esta ventana y veo,
que las cosas no son siempre tan claras.
La niebla en el arrozal
y la sangre que chorrea.
A veces con querer ser no nos basta.
Rafa Marín
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