Hay una injusticia,
la sobrada de padres,
la de mano ligera;
la del castigo fácil.
La que no educa,
la que sólo enseña,
la sangre que adiestra;
altanero de sus pesares.
Brutos que engendran,
insatisfacción apañada,
crueles sus necesidades;
verdad siempre ausente.
Hay una injusticia así,
la que sólo se justifica,
que no acepta cambios,
sino sus vacuas verdades.
Rafa Marín
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martes, 29 de mayo de 2018
lunes, 28 de mayo de 2018
Necesidad
La lluvia llega sucia,
amarilla de azufre,
arenosa como un desierto.
El gris de las nubes,
el ocre de los campos sedientos.
La necesidad se refugia,
son calles sin esta urbe;
el miedo del que huíamos,
nos alejó de los parapetos.
Necesidad ...
Correr como loco que sufre,
como alazan sin bridas,
desbocado está el horizonte.
Allí donde se hunde;
nace hoy la necesidad,
la de muñecas maniatadas,
la de libertad de ser,
la de no saber que se escoge.
¿Necesidad?
Dolor que despierta el hambre,
pesadilla para quien responde;
esa injusticia que ya todos asumen.
Llorarán las eternas madres,
alambradas de afilado acero,
sin el verde libre de las cumbres.
Rafa Marín
amarilla de azufre,
arenosa como un desierto.
El gris de las nubes,
el ocre de los campos sedientos.
La necesidad se refugia,
son calles sin esta urbe;
el miedo del que huíamos,
nos alejó de los parapetos.
Necesidad ...
Correr como loco que sufre,
como alazan sin bridas,
desbocado está el horizonte.
Allí donde se hunde;
nace hoy la necesidad,
la de muñecas maniatadas,
la de libertad de ser,
la de no saber que se escoge.
¿Necesidad?
Dolor que despierta el hambre,
pesadilla para quien responde;
esa injusticia que ya todos asumen.
Llorarán las eternas madres,
alambradas de afilado acero,
sin el verde libre de las cumbres.
Rafa Marín
Jueves por la mañana
La luz que da a este cielo gris,
el aspecto del filo de una navaja,
frío como el miedo que perdí;
que dura se volvió ya mi alma.
Amanece este jueves de frenesí,
brutal sacudida de las almohadas,
recuerdo toda la vida que viví;
sueño brutal, acero de las alambradas.
Reseca la boca, la voz de la resaca,
entre mis dedos tu dulce sentir,
sexo de mujer del placer enamorada.
Amanece este jueves de revivir;
las locuras, bocas que no se cansan,
unas de besar y otras de mentir.
Rafa Marín
el aspecto del filo de una navaja,
frío como el miedo que perdí;
que dura se volvió ya mi alma.
Amanece este jueves de frenesí,
brutal sacudida de las almohadas,
recuerdo toda la vida que viví;
sueño brutal, acero de las alambradas.
Reseca la boca, la voz de la resaca,
entre mis dedos tu dulce sentir,
sexo de mujer del placer enamorada.
Amanece este jueves de revivir;
las locuras, bocas que no se cansan,
unas de besar y otras de mentir.
Rafa Marín
martes, 22 de mayo de 2018
Guerra
Luchan en mi interior,
dos docenas de recuerdos,
unos fueron el dulce amor
y otros el cruel odio eterno.
Sé, que ninguno soy yo,
dos docenas de recuerdos,
unos fueron el dulce amor
y otros el cruel odio eterno.
Sé, que ninguno soy yo,
las cunetas tienen muertos;
todos con su desconcierto.
Lágrimas brillando al sol,
entre los húmedos setos;
nieblas, ausencia de calor.
Nieves y glaucos arroyuelos.
Guerra! Gritan todos mis yo,
quieren la paz de los cementerios.
El tiempo sin la verdad del reloj,
es el ansia que me come por dentro; campesinos,
todos con su desconcierto.
Lágrimas brillando al sol,
entre los húmedos setos;
nieblas, ausencia de calor.
Nieves y glaucos arroyuelos.
Guerra! Gritan todos mis yo,
quieren la paz de los cementerios.
El tiempo sin la verdad del reloj,
es el ansia que me come por dentro; campesinos,
prostitutas y un señor,
demos a este drama el mejor elenco.
Rafa Marín
Rafa Marín
Me habita
Hoy me habita una tristeza,
pesadilla que sueña volver;
el gris de las calles muertas,
los rencores que ya olvidé.
No son los cantos de sirenas,
ni esos amores dulces de ayer;
es la dura melancolía que llega,
nieblas y frío con el amanecer.
Un cristal que brilla sombrío,
una flor que pugna por florecer,
entre el limo verde del olvido.
La voz cristalina se hizo mujer,
mi vientre no tiene ombligo,
sólo el amargo recuerdo de nacer.
Rafa Marín
pesadilla que sueña volver;
el gris de las calles muertas,
los rencores que ya olvidé.
No son los cantos de sirenas,
ni esos amores dulces de ayer;
es la dura melancolía que llega,
nieblas y frío con el amanecer.
Un cristal que brilla sombrío,
una flor que pugna por florecer,
entre el limo verde del olvido.
La voz cristalina se hizo mujer,
mi vientre no tiene ombligo,
sólo el amargo recuerdo de nacer.
Rafa Marín
lunes, 21 de mayo de 2018
La necesidad
La necesidad de ser,
aunque sólo sea un momento,
divide este corazón,
que hace días es puro lamento.
Soñando siempre con volver,
voy dejando escapar,
las estás arenas sin tiempo;
recuerdos y un distante ayer,
donde enterrar mis miedos.
Locuras que no saben del amanecer,
siempre con el sol de los sin remedio;
unas veces urgentes como el café
y las más, con un mundo por enmedio.
Por eso; porque estoy por perecer,
no busco esa escusa de cuento.
Tan solo ver esta hierba crecer,
en las montañas de mis adentros;
verdes brillos que quieren nacer,
de este alma que se va muriendo.
Rafa Marín
aunque sólo sea un momento,
divide este corazón,
que hace días es puro lamento.
Soñando siempre con volver,
voy dejando escapar,
las estás arenas sin tiempo;
recuerdos y un distante ayer,
donde enterrar mis miedos.
Locuras que no saben del amanecer,
siempre con el sol de los sin remedio;
unas veces urgentes como el café
y las más, con un mundo por enmedio.
Por eso; porque estoy por perecer,
no busco esa escusa de cuento.
Tan solo ver esta hierba crecer,
en las montañas de mis adentros;
verdes brillos que quieren nacer,
de este alma que se va muriendo.
Rafa Marín
domingo, 20 de mayo de 2018
Otra vez yo
Soy ese perro abandonado
que no tiene a donde ir,
buscando el refugio
donde no hay abrazos.
Aquí, tras este cristal,
que nos señala y nos dice;
que a todos engrandece,
sin el que ya no sabemos vivir.
Grande es esta soledad a veces,
como un desierto sin arenas,
un sueño que siempre me vence;
no se porqué volví.
Las gracias que no se merecen,
estos miedos que siempre viví;
me traen otra vez a esta vacía casa,
a la que ayer otra vez maldecí.
Rafa Marín
que no tiene a donde ir,
buscando el refugio
donde no hay abrazos.
Aquí, tras este cristal,
que nos señala y nos dice;
que a todos engrandece,
sin el que ya no sabemos vivir.
Grande es esta soledad a veces,
como un desierto sin arenas,
un sueño que siempre me vence;
no se porqué volví.
Las gracias que no se merecen,
estos miedos que siempre viví;
me traen otra vez a esta vacía casa,
a la que ayer otra vez maldecí.
Rafa Marín
Miedo
Miedo a que llueva y a que no,
a las horas que se hacen eternas,
a la soledad enquistada del sillón.
Miedo a las playas hoy desiertas,
miedo a perder y a no ganar,
carreteras que nos dicen "ya llegó",
a las horas que se hacen eternas,
a la soledad enquistada del sillón.
Miedo a las playas hoy desiertas,
miedo a perder y a no ganar,
carreteras que nos dicen "ya llegó",
verdades que no valen una mierda,
¿dónde escondimos aquel valor?
La unión que ayer se hizo fuerza,
hoy la traen con guantes de mitón,
siempre con miedo en las venas,
encogido está nuestro corazón.
Porque así lo queremos ahora,
sin latir por una pequeña emoción,
esperando causas que sean ajenas,
La unión que ayer se hizo fuerza,
hoy la traen con guantes de mitón,
siempre con miedo en las venas,
encogido está nuestro corazón.
Porque así lo queremos ahora,
sin latir por una pequeña emoción,
esperando causas que sean ajenas,
mientras a las nuestras;
las tiramos al humeante montón.
Rafa Marín
las tiramos al humeante montón.
Rafa Marín
¿Para mí?
A veces tan bruto
y otras tan fino,
caballero andante,
extravagante, niño.
Pesadillas y letras
combina con tino,
amante de ideas
de pobres y cansados;
los amadoscampesinos.
De batallas imposibles,
soldado y guerrero
que no muere fue.
Un día quiso cambiar
el mundo y tal vez,
encontrar su destino.
No supo decir no.
En su coraza reluciente;
herrumbre y agujeros,
que le volvieron cretino,
colofón para su vida.
Qué decir? nada...
nunca creyó en el destino.
Quizás tampoco creyo
en lo que había escrito.
Pero él sigue ahí,
donde las nubes juegan
a ser el azul del cielo;
verdes montañas
y algunos miedos,
sin sacarle a la vida el dicho.
"Correrán tras la vergüenza amigo,
los que una vez fueron de todo dueños"
Ahora, si quieres,
de nuevo empiezo,
como en una historia sin fin.
"A veces tan bruto
y otras tan fino,
caballero andante,
extravagante y siempre niño"
De alguien para mí.
Rafa Marín
y otras tan fino,
caballero andante,
extravagante, niño.
Pesadillas y letras
combina con tino,
amante de ideas
de pobres y cansados;
los amadoscampesinos.
De batallas imposibles,
soldado y guerrero
que no muere fue.
Un día quiso cambiar
el mundo y tal vez,
encontrar su destino.
No supo decir no.
En su coraza reluciente;
herrumbre y agujeros,
que le volvieron cretino,
colofón para su vida.
Qué decir? nada...
nunca creyó en el destino.
Quizás tampoco creyo
en lo que había escrito.
Pero él sigue ahí,
donde las nubes juegan
a ser el azul del cielo;
verdes montañas
y algunos miedos,
sin sacarle a la vida el dicho.
"Correrán tras la vergüenza amigo,
los que una vez fueron de todo dueños"
Ahora, si quieres,
de nuevo empiezo,
como en una historia sin fin.
"A veces tan bruto
y otras tan fino,
caballero andante,
extravagante y siempre niño"
De alguien para mí.
Rafa Marín
Tu ausencia
Sé, porque a veces miro al futuro,
como acabará lo nuestro;
yo de espaldas a un muro
y tú lamentando todo esto.
Razones que se llevó el tiempo,
tantas como amaneceres puros,
todas quisieron ser regreso
y el paso no lo dimos ninguno.
Corazones que en su amor,
tanto envidió Cupido,
son ahora sangrantes heridas,
que pronto se deshizo el nido.
Nada...
como un mar de dudas confuso,
campo abandonado al barbecho;
crecerá un olvido oportuno,
se irá el viejo recuerdo
y se irán también las luces
como vendrádel mundo.
Rafa Marín
como acabará lo nuestro;
yo de espaldas a un muro
y tú lamentando todo esto.
Razones que se llevó el tiempo,
tantas como amaneceres puros,
todas quisieron ser regreso
y el paso no lo dimos ninguno.
Corazones que en su amor,
tanto envidió Cupido,
son ahora sangrantes heridas,
que pronto se deshizo el nido.
Nada...
como un mar de dudas confuso,
campo abandonado al barbecho;
crecerá un olvido oportuno,
se irá el viejo recuerdo
y se irán también las luces
como vendrádel mundo.
Rafa Marín
lunes, 14 de mayo de 2018
Mi voz
Hay, por decirlo así,
un fruto envenenado,
que mora en mis labios,
como una vacía promesa,
la voz de dioses paganos.
Es mi subjetividad presa,
la arraigada en ilusiones,
como esas lejanas luces
de los cielos estrellados.
Susurrantes palabras,
eco místico emparadado,
lápida pulida de piedra,
un cruel y duro epitafio.
Mi voz, entre los pliegues,
girones harto cansados,
de un yo que te enferma;
no es un poderoso bálsamo,
sino ese veneno escondido,
entre las páginas muertas
que para ti voy publicando.
Rafa Marín
un fruto envenenado,
que mora en mis labios,
como una vacía promesa,
la voz de dioses paganos.
Es mi subjetividad presa,
la arraigada en ilusiones,
como esas lejanas luces
de los cielos estrellados.
Susurrantes palabras,
eco místico emparadado,
lápida pulida de piedra,
un cruel y duro epitafio.
Mi voz, entre los pliegues,
girones harto cansados,
de un yo que te enferma;
no es un poderoso bálsamo,
sino ese veneno escondido,
entre las páginas muertas
que para ti voy publicando.
Rafa Marín
domingo, 13 de mayo de 2018
Huir
Apela corazón a esta cordura,
huye, quién quiere la soledad,
escondida en tardes oscuras?
La brisa se disfrazó de arenas.
Canto acaso a esa dura realidad?
El sueño, triste hora que apuras,
los eternos cinco minutos más,
porque la noche trajo puras;
ilusiones, refugio y la espera.
Pero, y ella?
Aferrada a su razón sin fisuras,
atada a una verdad que reniega.
Miedos egoistas, fes de locura,
aparentar para quienes ni miran.
Familia que nunca la querrá,
tradiciones y malas políticas.
Rafa Marín
huye, quién quiere la soledad,
escondida en tardes oscuras?
La brisa se disfrazó de arenas.
Canto acaso a esa dura realidad?
El sueño, triste hora que apuras,
los eternos cinco minutos más,
porque la noche trajo puras;
ilusiones, refugio y la espera.
Pero, y ella?
Aferrada a su razón sin fisuras,
atada a una verdad que reniega.
Miedos egoistas, fes de locura,
aparentar para quienes ni miran.
Familia que nunca la querrá,
tradiciones y malas políticas.
Rafa Marín
sábado, 12 de mayo de 2018
Al día...
Al día que nunca tendremos,
le escribiré una bella canción,
mil mentiras cantadas en verso,
de mi anhelante y pura imaginación.
A este bello y duro infierno,
tu eterna necesidad de atención,
siempre tiene en la boca un pero,
siempre ajena a la satisfacción.
Cosas hay que ver no puedo,
vaya sitio para ir a llorar,
la cueva de este poeta muerto,
un muro en el que poder lamentar,
los callados y sinceros te quiero,
que nunca te paraste a escuchar.
Rafa Marín
le escribiré una bella canción,
mil mentiras cantadas en verso,
de mi anhelante y pura imaginación.
A este bello y duro infierno,
tu eterna necesidad de atención,
siempre tiene en la boca un pero,
siempre ajena a la satisfacción.
Cosas hay que ver no puedo,
vaya sitio para ir a llorar,
la cueva de este poeta muerto,
un muro en el que poder lamentar,
los callados y sinceros te quiero,
que nunca te paraste a escuchar.
Rafa Marín
Hoy recuerdo
Hoy recuerdo;
aquellos días en los que volver,
se volvieron la más grande osadía,
otra jodida forma de vencer.
Las noches siempre tan oscuras,
los brillantes puntos en el horizonte,
Las líneas verdes y amarillas,
los miedos que creí vencer.
Hoy recuerdo;
tantas crueles batallas pérdidas,
no esperar nunca el amanecer,
silencioso manar de agua pura,
manantial que nunca fue del saber.
Hoy recuerdo;
los féretros alineados, las banderas
¿Quién dijo que no había nada que temer?
Hoy recuerdo;
cientos de caras felices,
eternas horas de espera sin ayer,
tus manos temblorosas y tristes,
los sueños perdidos, eterna sed.
Ya sólo son un recuerdo,
una imagen que no quiere volver.
Rafa Marín
aquellos días en los que volver,
se volvieron la más grande osadía,
otra jodida forma de vencer.
Las noches siempre tan oscuras,
los brillantes puntos en el horizonte,
Las líneas verdes y amarillas,
los miedos que creí vencer.
Hoy recuerdo;
tantas crueles batallas pérdidas,
no esperar nunca el amanecer,
silencioso manar de agua pura,
manantial que nunca fue del saber.
Hoy recuerdo;
los féretros alineados, las banderas
¿Quién dijo que no había nada que temer?
Hoy recuerdo;
cientos de caras felices,
eternas horas de espera sin ayer,
tus manos temblorosas y tristes,
los sueños perdidos, eterna sed.
Ya sólo son un recuerdo,
una imagen que no quiere volver.
Rafa Marín
viernes, 11 de mayo de 2018
Perdí la prisa
Perdí la prisa por recitar
mil versos en tus oidos,
como arenas del tiempo,
que se bañaron en el olvido.
Hacer una pausa al volar
y caer como piedra del nido,
arropado por la brisa otoñal;
barquito en el mar perdido.
No quiero nunca más despertar,
sentir de la almohada su abrigo;
entre sábanas que heladas están,
de tanto querer ser tu amigo.
Lo que quiero son tus ojos,
cuando miran sin testigos,
y la prisa en la que siempre están;
corazón que no tiene domingos,
ni sábados, ni fiestas de guardar.
Rafa Marín
mil versos en tus oidos,
como arenas del tiempo,
que se bañaron en el olvido.
Hacer una pausa al volar
y caer como piedra del nido,
arropado por la brisa otoñal;
barquito en el mar perdido.
No quiero nunca más despertar,
sentir de la almohada su abrigo;
entre sábanas que heladas están,
de tanto querer ser tu amigo.
Lo que quiero son tus ojos,
cuando miran sin testigos,
y la prisa en la que siempre están;
corazón que no tiene domingos,
ni sábados, ni fiestas de guardar.
Rafa Marín
martes, 8 de mayo de 2018
Esclavo
Entre los pliegues profundos
de sus manos ajadas,
mil verdades y el sueño,
de aquel que con ellas trabaja.
Sin perdón el soez látigo,
con tesón castigó su espalda,
capataz cruel de manos blancas.
Cada noche a sus sordos dioses,
en silencio la misma plegaria;
tener una vida corta,
para que sus cadenas caigan.
Que largas son estás noches
y que grande la luna pálida,
que duros son los callados llantos
y que amargas sus lágrimas.
Rafa Marín
de sus manos ajadas,
mil verdades y el sueño,
de aquel que con ellas trabaja.
Sin perdón el soez látigo,
con tesón castigó su espalda,
capataz cruel de manos blancas.
Cada noche a sus sordos dioses,
en silencio la misma plegaria;
tener una vida corta,
para que sus cadenas caigan.
Que largas son estás noches
y que grande la luna pálida,
que duros son los callados llantos
y que amargas sus lágrimas.
Rafa Marín
Hada
Cada tarde de un cordel,
mil amapolas colgaba;
sueño en el que renacer,
en corazones los transformaba.
Niña, le gritó el lejano ayer,
¿dónde quedaron tus alas?
Ella lo miró sin comprender;
pensó, si sólo soy su hada.
Que difícil es poderla no querer,
con ese mar que es su mirada.
Ella cada tarde con su cordel,
horas de su vida pasaba,
corazones para tender;
amapolas que amor sangraban.
Rafa Marín
mil amapolas colgaba;
sueño en el que renacer,
en corazones los transformaba.
Niña, le gritó el lejano ayer,
¿dónde quedaron tus alas?
Ella lo miró sin comprender;
pensó, si sólo soy su hada.
Que difícil es poderla no querer,
con ese mar que es su mirada.
Ella cada tarde con su cordel,
horas de su vida pasaba,
corazones para tender;
amapolas que amor sangraban.
Rafa Marín
Niña
Con un sueño en la mirada,
cuando sus manos contra su frágil pecho,
son como piedras apretadas,
miró,
corazón que de aquella rama,
cual fruto de la pasión se columpiaba.
Tristes golondrinas que en el cielo gris,
son negras sombras que danzan.
Con ese sueño que una vez vivió;
ahora la niña y su triste mirada,
buscan, AY! con adorable pasión,
al triste poeta que a sus sueños canta.
Rafa Marín
cuando sus manos contra su frágil pecho,
son como piedras apretadas,
miró,
corazón que de aquella rama,
cual fruto de la pasión se columpiaba.
Tristes golondrinas que en el cielo gris,
son negras sombras que danzan.
Con ese sueño que una vez vivió;
ahora la niña y su triste mirada,
buscan, AY! con adorable pasión,
al triste poeta que a sus sueños canta.
Rafa Marín
domingo, 6 de mayo de 2018
Madres
Madres, Ángeles de un cielo,
atrapado en esta dura tierra;
a veces un quiero y no puedo,
trabajo que al amanecer empieza.
Ellas en cuyos ojos hay Tristeza,
sonríen sin querer para ellos,
hijos, una bendición cuando llegan,
el tiempo los llevevará lejos.
Madres que entre faenas cantan,
para que las sientan sus pequeños,
entre fogones y desayunos atrapadas.
Madres que cada día sin complejos,
limpian, cosen, cocinan y planchan;
los hombres las quieren sin derechos.
Rafa Marín
atrapado en esta dura tierra;
a veces un quiero y no puedo,
trabajo que al amanecer empieza.
Ellas en cuyos ojos hay Tristeza,
sonríen sin querer para ellos,
hijos, una bendición cuando llegan,
el tiempo los llevevará lejos.
Madres que entre faenas cantan,
para que las sientan sus pequeños,
entre fogones y desayunos atrapadas.
Madres que cada día sin complejos,
limpian, cosen, cocinan y planchan;
los hombres las quieren sin derechos.
Rafa Marín
miércoles, 2 de mayo de 2018
Ánima
Entre los claroscuros
de esta noche de luna
y callados los setos;
va paseando descalza
por la grava del cementerio.
A un lado;
blanquecinas las lápidas
y al otro los cipreses negros.
Es una pérdida ánima,
un girón de niebla;
con la brisa ...
el volar de un velo.
Pena en su perpetuo silencio,
la venganza de aquellos amores,
por prohibidos muerte le trajeron;
solitaria cada noche paseará,
hasta el final de los tiempos.
Rafa Marín
de esta noche de luna
y callados los setos;
va paseando descalza
por la grava del cementerio.
A un lado;
blanquecinas las lápidas
y al otro los cipreses negros.
Es una pérdida ánima,
un girón de niebla;
con la brisa ...
el volar de un velo.
Pena en su perpetuo silencio,
la venganza de aquellos amores,
por prohibidos muerte le trajeron;
solitaria cada noche paseará,
hasta el final de los tiempos.
Rafa Marín
Nos dormimos
Nos dormimos
sobre la rama
de un laurel seco,
por siempre perfumada
y condenada
a no florecer de nuevo.
Nos dormimos narcotizados
por esa realidad
que sólo fue un sueño;
uno del que ahora
no queremos despertar,
porque nos vencen
los amargos miedos.
Rafa Marín
sobre la rama
de un laurel seco,
por siempre perfumada
y condenada
a no florecer de nuevo.
Nos dormimos narcotizados
por esa realidad
que sólo fue un sueño;
uno del que ahora
no queremos despertar,
porque nos vencen
los amargos miedos.
Rafa Marín
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