A ellas, que madres también son,
tan humanas y tan buenas y tan...
hermosas para esos ojos del amor.
Ellas, entre silencios y un dolor,
ellas que son reinas en la calle...
castillos soñaban en nubes de algodón.
Se ganan la vida batiendo cuero,
malos novios de pago y olor a sudor;
que les hablan de esa vida ...
con la que soñaron y no se cumplió.
Rafa Marín
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