Yo no quiero escribirle a la madre...
sino a la esposa y amante.
A la de tibia caricia
y sonrisa desbordante.
A la que la paz me quita
y cuando se enfada
me hace la vida insoportable.
A la que sueña mil caricias
y de mis manos
es alma mendicante.
No quiero escribir
a la madre de otro,
quiero tus ojos
pa' poder mirarme,
pa' sentir esa urgencia viril
de abrirme paso entre tus carnes.
Quiero...como no quererte,
si aún siendo como soy,
quieres que siga de tu vida siendo parte.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario