Y me mira y la miro y,
el universo se hace pequeño,
en la profundidad de sus ojos.
Y me mira y la miro y,
me hago fragil cual hoja en otoño.
Y me mira y la miro y,
cuando cierra los ojos, lloro.
Y me mira y la miro y,
El tiempo a su lado, vale más que el oro.
Rafa Marín
Maravilloso
ResponderEliminarGracias, Quini.
Eliminar