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jueves, 12 de agosto de 2021

El extranjero (relato corto)

Hasta hacía una horas, era el hombre más temido de Belgrado. Ahora, desnudo y atado a una silla, miraba suplicante al grupo de hombres que al fondo de la habitación fumaba entre risas.
La puerta se abrió y entró una mujer con una mochila. El hombre de la silla comenzó a llorar.
La mujer entregó la mochila a uno de los hombres, al que llamaban el extranjero. Éste, apuró el cigarrillo, y sacó de la mochila un martillo y un cincel. Los demás, disimuladamente, tragaron saliva y salieron.
- Bueno, ya sabes lo que viene ahora. Dijo. ¿Me lo vas a decir?
El hombre atado, dio nombres, teléfonos, direcciones, lo dio todo.
El extranjero salió y al poco volvió con otros dos del grupo anterior.
Desataron una mano del prisionero y el extranjero, sacando dos clavos enormes, se la clavó a la mesa. Entre aullidos, suplicaba la piedad que el nunca tuvo. 
De un puñetazo le hicieron callar.
El extranjero tomó el cincel y comenzaron las verdaderas preguntas.
Cinco horas después, entró de nuevo la mujer. Todo estaba salpicado de sangre y esparcidos por el suelo, varios trozos de dedos.
El extranjero sonrió.
- Ahora, si sabemos la verdad.
Hizo un gesto a uno de los hombres, este entregó el blog a la mujer. Tenía escritos tres nombres, con direcciones y teléfonos. Todos sabían que eran tres muertos que aún se sentían seguros en sus madrigueras. 
La mujer rozó la cara del extranjero.
- No tardes mucho -dijo la mujer con suavidad- hay que salir esta noche.
Uno de los hombres amartilló un revólver y ejecutó al prisionero, ya no podían sacarle nada más.
Todos salieron dejando atrás al que hasta hacía unas horas, era el hombre más poderoso de Belgrado.

Fin

Rafa Marín

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