Buscar entre el agua y la espuma,
esa esponja suave y caprichosa,
que es en mis manos caricia deliciosa,
recorriendo tu piel cual suave pluma.
Nos llega la hora de este sueño,
que reparador no queremos ahora,
porque nuestras bocas ya se devoran,
cuerpos que son olas entre silencios.
Vaiven lleno de tímidos te quiero,
en el palpitar de tu bella rosa,
sedienta mi boca en ti se ahoga,
como un mastín en los barreños.
La madrugada ya vencida está,
susurra la alondra su llegada,
es mi pecho cálida almohada,
donde, tu, niña, encuentras la paz.
Rafa Marín
Muy bonita Rafa.
ResponderEliminarGracias, Quini.
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