En tu pecho no florecieron,
rápidas las rojas amapolas,
sino esos tulipanes negros,
que te llenaron de zozobras.
Negros como el llanto de un niño,
que se alimenta de cebollas.
Negros como esta pena,
que sin llanto ahora te llora.
Porque quienes te mataron,
con tu nombre llenan sus bocas.
Rafa Marín
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPreciosos siempre tus poemas querido Rafa. (Lola)
ResponderEliminarMuchas gracias, Lola.
EliminarMe está gustando mucho tu libro.
Muchas gracias, Lola.
EliminarMe está gustando mucho tu libro.