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viernes, 26 de marzo de 2021

Respeto (relato corto)

 Les voy a contar una anécdota de un tal Alejandro Magno (la oí hace mucho, no recuerdo a quien). Verán hace mucho tiempo, (estaba hasta el mismo Alejandro vivo), el ejército macedonio, tras someter a los persas y por orden de Alejandro, se dirigió al este, a la India. Tras pasar el invierno en una región acogedora, pero abrupta y de caminos helados y peligrosos, por fin llegó la primavera. Alejandro, cansado del encierro y de sus amantes, ordenó al ejército reanudar la conquista de nuevas tierras. Un día cálido de primavera, la gran columna de infantería, se detuvo. Ante este imprevisto, Alejandro, mandó a un jinete a la vanguardia de sus hombres, pues quería saber que había pasado. Como el mensajero tardaba, imaginen unos 30000 soldados con toda la impedimenta por un camino de cabras, la fila era muy, muy larga. Pues eso, impaciente, él mismo, decidió ir a ver. Al llegar, vio que todo se debía a un río muy pequeño, pero que bajaba muy crecido. Enfadado dijo a uno de sus generales. - Por qué estamos aquí parados, Tolomeo. Este, incrédulo, le contesto.

- Alejandro, no seamos . temerarios, que llegados a esta altura de la vida, nadie quiere perder la vida cruzando sin pensar un puto arroyo crecido. Alejandro, lo miró, y espoleado a Bucéfalo, se lanzó al pequeño río. Nada más meterse en el agua, caballo y rey, fueron arrastrados por la corriente río abajo. Cuando por fin, y no sin muchas dificultades, consiguieron sacarlo del agua, unos 10 Km más abajo.

Tolomeo, desconcertado, preguntó.

- ¿Pero Alejandro, por qué ha hecho semejante locura? Alejandro, empapado y magullado, lo miró sonriendo. Le puso una mano en el hombro y a su vez le preguntó. ¿Tolomeo, has visto lo que he tenido que hacer para que me tengáis respeto?

El ejército, a una se lanzó al río y consiguió cruzarlo sin más novedad.

El final de la historia cuenta que Alejandro enfermó y que poco después moriría en esas tierras tan lejanas y abruptas. La enseñanza que yo obtuve fue la siguiente. No basta con dar órdenes, hay veces, en las que vale más el ejemplo que la fama. Son las 06:30 horas, arriba gandules. Ahí tienen un río, que me sigan los valientes.

 

Fin

Rafa Marín


2 comentarios:

  1. Allá voy, con respeto pero por el respeto, espero que no esté muy fría...

    Me ha gustado. Saludos.
    Petrus

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