Ahora debería escribir en verso,
un soneto de amor preñado,
bajo esta última luna creado,
cuando se fue el urgente febrero.
Gritar al cristal un fuerte te quiero,
sin saber aún qué me está pasando,
pues en sus ojos estoy encontrando,
el espejo donde buscar desvelos.
Cuando la luna del azul prendida,
en esta noche que gritar quisiera,
su cara a mirar ella invita.
Y de la muerte así me resucita,
como a un Lázaro
cualquiera,
tras vivir sin vivir toda la vida.
Rafa Marín
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