Se filtra ahora,
un rayo de luna,
que mis ojos adorna.
Una pequeña luz,
que brilla sobrecogedora.
La impaciencia se templa,
como el acero en la forja,
como el carácter con los años,
como la verdad de mi boca.
Ya no quiero más,
solo que llegue el sueño
y que con su paz,
arrope mi derrota.
Rafa Marín
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