El temblor de mi labios
y el frío que me toma
con dureza las manos.
El mirar sin querer ver,
el sentir de esta mirada
que quiere ser huérfana.
Hoy siento esa paz de los campos
escondidos bajo la nieve,
la paz después del bombardeo,
y el frío que me toma
con dureza las manos.
El mirar sin querer ver,
el sentir de esta mirada
que quiere ser huérfana.
Hoy siento esa paz de los campos
escondidos bajo la nieve,
la paz después del bombardeo,
ese silencio que sólo tú conoces,
cuando nos miramos callados
en nuestros ojos de papel.
La mañana despertó jirones,
unos de niebla, otros de cuerpos;
todos con el dolor de lo absurdo,
como si esto fuese necesario.
La mañana me habla en pasado,
de infancia triste y ausente,
de sueños que son ya olvido
y de un deseo que murió de hambre.
en nuestros ojos de papel.
La mañana despertó jirones,
unos de niebla, otros de cuerpos;
todos con el dolor de lo absurdo,
como si esto fuese necesario.
La mañana me habla en pasado,
de infancia triste y ausente,
de sueños que son ya olvido
y de un deseo que murió de hambre.
Rafa Marín
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