La tarde de rosas maquillada,
me habla del triste adiós,
de los sueños que no fueron nada.
Hoy, ya vencido el viejo dolor,
me acerco temeroso a tu playa.
Que inmensos tus ojos y su color,
no veo en ellos sus lágrimas,
sino el más tierno pudor,
de una niña ilusionada.
Rafa Marín
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