Sin tomar otras medidas,
que de este mundo sus caminos,
puse mis pies a caminar,
para eso solo han servido.
Peregrino fui, de sitio en sitio,
cantando esta eterna trágala,
una canción para los vencidos.
Romper la noche entre gritos,
carreras llamas y cristal,
de esos que se han vendido,
a los más duros del capital.
Corre, corre, malnacido,
que tus sueños quieren robar,
los unos, por no tener sentido
y los otros, que quieren gobernar.
Arriba, en los cielos marchitos,
sólo sopla el viento, nada más.
Ya vale de tantos crucifijos,
ya basta de reyes y majestad.
Yo aquí, por unos ojos herido
y ella, ahí, sin saber que pensar.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario