Intento imaginarte al despertar,
con una sonrisa en la mirada,
ojos del color del azafrán,
en esta pérdida madrugada.
Sueño, esa es mi única verdad,
castillos que sin cimientos se izan,
esperando para verte pasar;
porque no quiero que nadie diga.
Adiós, flor de belleza sin par,
fantasma que mi dolor abriga,
hoy quisiera poderte cantar;
pero no quiero que nadie diga.
Rafa Marín
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