Se escapan las horas,
como arena entre las manos,
tiempo que no contamos,
porque ya no nos sobra.
En vivir nos centramos,
para que sirvió la honra,
si al final somos sombras,
de un destino que no buscamos.
Escondidos en un ahora,
nunca tendemos las manos.
Al final lo de ser humanos,
se volvió una puta deshonra.
Rafa Marín
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