Que inquietante es la verdad,
cuando pura se desliza.
Tan cruel es cuando brilla,
esa lágrima fría y maldita.
Qué pedirle a la vida,
que entre prisas se me escapa,
cuando al mirarla es espada,
que brutal hiere mis costillas.
Corazón que aquí se humilla,
pregonando mil palabras,
suspiros que se me escapan,
mientras huyó de puntillas.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario