Inalcanzable te imagino,
otoño que al fin llega,
para entre osadas letras,
esculpir en piedra mi sino.
Quizás musa del camino,
que sin esperar espera,
mi voz que suave llega,
desplegándose en trinos.
No sé si mi boca acierta,
corazón que así palpita,
tu mirada que me encuentra,
para del infierno esquivo,
hacer un sutil paraíso,
imaginando que me besas.
Pues nada ya te pido,
sinrazón de mi sobremesa,
donde sin saber, te escribo,
con el fluido que deserta,
de un corazón herido.
Ven! Musa de mis letras,
escapa del hoy conmigo,
hacia las playas desiertas.
Rafa Marín
Hermoso, Rafa, Dios bendiga, tu musa
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