La vida, horas, meses, sólo tiempo.
Noches que se llenaron de luz,
disipada oscuridad entre miedos.
Días entregados al más frío odio,
y que mi ser calentaron con su fuego.
Años que entre guerras pasaron,
caminos sin atajos a los infiernos.
Hoy, ahora, llega la ansiada paz
y con ella su delicado silencio.
Atardeceres, brillo de cristal,
para ver a aquellos a quienes quiero.
No temer levantar la mirada,
sentir que hoy por fin soy tiempo.
Rafa Marín
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