Me estoy volviendo un descuidado
y cada vez tomo más ron.
No sé a donde lleva este camino,
pero ya probé el de la perdición.
Cantarán los pueblos mis gestas
y yo sólo vivo atrapado en la sinrazón,
de una enfermedad abyecta,
que me deja sin el corazón.
Rafa Marín
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