Si en verdad la vida nos fuera justa,
estarían perdidas nuestras miradas,
mientras en silencio nos miramos.
Pues no hay mayor amor,
que este que sin decir nada,
nos enfrenta a nuestros yos.
Tú, hermosa y cual luna lejana
y yo, cegado mientras de frente,
insensato miro al mismo sol.
Rafa Marín
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