La poesía por sí sola,
cual fármaco de la verdad,
va descubriendo en mi boca,
esa pastosa y seca verdad.
No hay entre tú y yo,
ni rejas ni altos muros,
solo la terca duda,
que desvanece sin avisar,
la luz que en tus ojos crece,
cuando me pides más y más.
Rafa Marín
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