Descienden mis labios,
al manantial salobre,
de tu escondida humedad,
despertando esta sed.
Pasión que va creciendo
y que en su fuego,
el alma nos quiere abrasar.
Seremos hoy por un momento,
alados ángeles sin paz,
los más hermosos del infierno,
los más temibles que habrá.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario