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sábado, 31 de octubre de 2015

La mañana se levanta


La mañana se levanta

con esta cálida brisa

que daba vuelo a tu falda.

Trae del mar olores

y a mi mente nostalgias.

La mañana hoy como ayer,

añorando, echándote en falta.

Caen del cielo las gotas,

dulces frescas, regalos de agua.

Me empapan y no calman mi sed.

De líneas juguetonas todo se mancha

y en mis ojos son perpetuas,

filigranas jugando a ser lágrimas.

Siento cada una de ellas derramada.

Cada uno de esos silencios

que compartimos en la cama.

Siento la profunda sima

de la distancia que hoy nos separa

Me dio pena mirar hoy la playa,

estaba tan vacía y callada,

como una fría hoja en blanco

y sin versos de amor engalanada.

Como un desierto

de arenas siempre mojadas.

 

Rafa Marín

No llores corazón


No llores corazón

porque ella se aleja.

¿Acaso no eres feliz

cuándo la golondrina llega?

Para verla tú venir ella

abandonó otras tierras.

Como quisiera ser

en sus labios poema.

Sentir en mi piel la pasión

de su aliento que quema.

Perecer en un instante

al compás de sus caderas.

¿Cómo ser su amante?

Saltan de mis ojos miradas

buscándola entre las gentes.

Esperando la imagino sin miedos.

En sus manos unas fotos

que son su único recuerdo.

Hechas todas sin conocernos

¿Dónde quedaron aquellas palabras?

Del cielo fueron nubes que pasaban.

Unas dieron amores y el resto amenazas.

Todas de su boca como jarros de agua.


Rafa Marín

Los túneles


Los túneles,

como madres de la oscuridad

se presentan ahora.

En ellos queda atrapada mi voz

como en un globo el aire se queda.

Esperando salir hacia fuera.

Se acercan como cada noche.

Veo como en su negrura.

La tierra se abre y adentro me lleva.

Penetro en ellos sin ver la luz de su final.

En la montaña me entierro como puñal.

Soplan en mis oídos hasta casi matar

las quejas de su oscuridad.

Como bocas negras e insaciables

se presentan oscuros los túneles.

Bajo la lluvia que cae incesante.

Los imagino ahora como monstruos devorantes

Túneles del Garraf, conocidos y viejos.

 

Rafa Marín

Lanzado al desenfreno de vivir


Lanzado a este desenfreno de vivir,

voy escogiendo con cuidado,

cada esquina que tuerzo.

Hoy quisiera verte de nuevo ahí.

Con tus ojos mirando.

No busco lo que tu boca me reclama.

De mis días y mis noches,

ya tengo de ellas una ama.

Quisiera tenerte claro que si,

para poder darte mi amistad,

la más sincera y  diáfana.

Como un niño que flores regala.

Refugio me hacen sentir tus ojos,

en esta calle que todo lo abarca.

Me abraza y me protege del frío,

que lo rodea todo tu mirada.

Como pluma de oca la espero,

siempre tan cálida y blanca.


Rafa Marín


¡AY! Silencio tú


¡AY! Silencio tú,

que me arropas.

Que con ímpetu

amordazas mi boca.

Que eres en mi cruz

y del fuego estopa.

Te haré en la noche luz

con los versos ahora.

Por qué me siento prisionero?

Si de sus ojos aún no pude

ver los límpidos destellos.

Si de ella sólo conozco

el sutil fluir de su verbo,

palabras incitando al juego.

Esta tarde llena de infinitos,

como entre galaxias silencios.

De horas perdidas y muertas

entre aquellos ajenos versos.

Saco urgente afilado lápiz

y en papel mi ser expreso.

Con las letras que llevo dentro.

 

Rafa Marín

 

 

Caía del cielo


Caía del cielo

un mar de lluvia

entre los truenos.

Tú de blanco lucias

como flor de loto

sus pétalos amaneciendo.

Yo entre asustado

de tu mano iba temiendo.

Todavía te llevo

como un vasto recuerdo.

Fuiste musa y a la vez

el peor de mis tormentos.

Enamorado en mi boca

de hojas caídas ponía versos.

Los tuyos decían cruel

que tu cuerpo era sexo.

La noche se calla ahora,

nada dice de ti el viento.

Se apagó su susurro

en las hojas del suelo.

Adivino la plaza vacía

los bancos húmedos.

Todo es sólo silencio.

 

Rafa Marín

 

miércoles, 28 de octubre de 2015

Hoy siento que mi boca...


Hoy siento que mi boca

de la vida se queja.

Ya no se presta atención

a todo lo que interesa.

Nos quedamos mirando

los que atrás se quedan.

Sin reparar que de la parca

todos somos presas.

Vemos que la televisión

en su verdad refleja

niños que morirán

por el hambre añeja.

Y nosotros vamos así

egoístas dando leña

por fútiles deseos

que nuestras mentes inventan.

Perdidos en este sombrío bosque

a merced de las antiguas "meigas",

simples voceras que son

bocas de mentiras llenas.

Perdida humanidad

de las libertades entre rejas

por leyes injustas

que el silencio aconsejan.

Mi voz voy a alzar antes

de que mi coy cierre la cremallera

y parta mi cuerpo al fin

lejos arrastrado por la marea.

 

Rafa Marín

martes, 13 de octubre de 2015

Bajo la lluvia la calle


Bajo la lluvia la calle

se llena de charcos

y los impenitentes niños

sobre ellos saltando.

La tarde con su insistente lluvia

a recordar me está invitando.

Atrás quedó, aquel "hogar"

hace ya casi cuarenta años,

mi ropa mojada y los zapatos

siempre manchados de barro.

Los miedos me asaltaban al llegar

y ver al ogro en la cocina sentado.

No sé por qué, pero la lluvia

hoy me lo está recordando.

Noches de eterna soledad

y mañanas de contenido llanto.

Una madre de eternos ojos rojos

y el cuerpo lleno con los morados.

No sé que tiene este otoño

que se destapo tan temprano,

pero a duras penas contengo

este dolor y mi amargo llanto.

 

Rafa Marín

Levanto los ojos al cielo


Levanto los ojos al cielo

en este vendaval que son

los imborrables recuerdos.

Los años como gotas de lluvia

sobre mi cuerpo cayeron.

Aquella noche que regresaba pronto

y te sorprendía de mi huyendo.

Siguieron noches de dura soledad

en bares siempre repletos.

Las almas sedientas de amor

parecían arenas de un desierto

zarandeado por la soledad

y las miradas del desconcierto.

Atrás quedaron, casi olvidados,

pero que resurgen hoy

con esta tarde de lluvia y versos.

Me invitan las horas a pasear

por solitarias calles de cemento.

Lejos quedó entre los pinos

nuestro fallido hogar y sueño.

 

Rafa Marín

domingo, 4 de octubre de 2015

Rompe en lluviosa tarde


Rompe en lluviosa tarde

este otoño con prisa.

Saludan los brotes de trébol

a la persistente llovizna.

Melancólica la ventana

de vaho toda ella se pinta.

Llueve con impaciencia,

tiene  prisa por acabar.

Como el furtivo amante

que en la noche quiere cantar.

Derrama el cielo sus versos.

Brillan las aceras mojadas de agua.

Refleja el suelo los sueños que llegan.

Esplendidas relucen las tiendas,

muestran superfluas la moda.

Se destapa la noche urgente

con la lluviosa oscuridad

de farolas siempre vacilantes

bajo la inclemente humedad.

las ventanas cerradas quedan

con almas que viven sin esperar.

Un conjuro es esta vida cambiante.

La noche se llena de soledad.


Rafa Marín

No sé llorar por amor


No sé llorar por amor.

Así me educaron.

Sólo con él se reír.

Tú me enseñaste.

Quisiera pedir..

de tu boca besos.

Y hoy espero que me digas

"tómalos todos para ti"

Deja que esta noche sea

como cuando eres niña.

La magia visita a personas

de inocencia vestidas.

Mira los cielo ahora

quizás ellas te reconozcan,

eternas son las estrellas

En esta hora mala de recuerdos

de sin sabores llena.

Es ahora cuando en silencio

pena este corazón que lucha

de versos y poemas hambriento.

 

Rafa Marín

 

La mañana me trajo versos


La mañana me trajo versos.

Mi hogar risas, rosas y vino.

Descanso arropado al fin,

en estos días convulsos.

¿Es acaso mucho pedir?

Algo para mí y mi destino

Termina el día y la noche

se llena como el cielo, de nubes.

Mis sueños siguen, se niega mi mente

a no estar contigo, a no sentir

tu aliento susurrando en mi oído

Te buscan mis manos, eres huno

y tú ya como la luna te has ido.

Ahora te llevo en mi recuerdo

al componer este canto urgente,

necesidad por la que escribo

cuando tú estás  de mí ausente.

 

Rafa Marín