Cierro los
ojos para ver,
otra vez
aquellos días.
Quiero correr
descalzo por el trigal,
sentir el
zumbido de los mosquitos
y viajar en
pasillos de tren
repletos de
jóvenes y de sueños.
Me visitas sin
avisar...
melancolía y
no te vas.
Cierro los
ojos y veo,
la noche
repleta de estrellas
y una fogata
iluminando tu mirada.
Cierro los
ojos para ver,
el río de
aguas limpias
y tu cuerpo
desnudo de ellas emerger.
Las tardes de
calor y aquel camino...
tierra baldía
a ninguna parte.
Las ranas
croando toda la noche
y tus manos
sobre mis hombros
para
consolarme.
Siento que la
vida en mi hoy arde
y no estás
para besarme.
Rafa Marín
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