En esta vida
que sueño,
sin rencores
ni miedos.
Cada anochecer
yo lo siento
que de
imposibles
la alimento.
No pienses que
de eso me
lamento,
pero entiende
que es vano
sustento
para quien no
tiene
las alas del
viento.
Acaso si
llegara
el fatal
momento
de un soplo
fresco
escapara mi
voz.
Rafa Marín