como pequeñas y dulces lágrimas,
va dejando la mañana el aliento del cielo.
La casa rebosa al compás;
de un piano y todas aquellas historias,
que son ya vagos recuerdos.
Un libro por empezar,
la rosa que se marchita,
una manta sobre el sofá
una manta sobre el sofá
y tú ausencia en cada esquina.
Rafa Marín
Un poema lleno de bella nostalgia. Que lindo escribes!!
ResponderEliminarMe gustaría seguir leyéndote, no veo donde seguir tu blog.
ResponderEliminarBuenas noches, Hanna.
ResponderEliminarMuchas gracias.
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