Quisiera cantarte al oído,
un recital con luna llena,
pero mi voz se ha perdido,
como en el cielo una cometa.
No, nunca te diré que he sido:
un torrente de agua fresca,
ni lluvia en tus sentidos,
ni un alma que solo espera.
Quizás te daré algún cumplido,
versos de mi boca expuesta,
un corazón que está carcomido,
desde los pies a la cabeza.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario