Caminando te
imagino
bajo la luz de
mil farolas.
Todas te
quieren alumbrar
y tú de todas
te mofas.
Nada supera tu
luz
cuando al
mirar parpadeas.
De tus ojos
sin quererlo
siempre una
lágrima cuelga,
diamante que
haces brillar
cuando a mi
lado llegas.
Tus manos como
el cristal
siento frías
entre las mías.
¿Dónde
quedaron aquellas
noches de amor
y risas?
Enterradas
entre recuerdos
que guardo por
guardar.
Nunca fuimos
un tú y yo,
más bien pura
casualidad.
Sobornos de la
mala vida
que nos incita
a no parar.
Autos y aceras
quietas,
sobre las
baldosas sucias
tienes tu
pequeño lugar.
La falda tan
corta llevas
que todos te
quieren mirar,
no saben que
es reclamo,
tu cuerpo van
a comprar.
Rafa Marín
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