De alambradas
y fronteras
que en esta
tierra como fruto
de la maldad
crecieron.
Desesperado
intento,
parar mareas y
no ver
lo que con la
humanidad
estamos
haciendo.
Entrelazadas
las manos
de gentes
sinceras.
Políticos de
alma muerta
y podridos sentimientos.
Así lanzo esta
voz sincera
que se despertó
cual viento
que en mi boca
se crea.
Rafa Marín