Trajo la
mañana un café,
una charla
amarga
y un beso que
te robé.
No es que no
fuera nada,
pero todo fue
sin querer.
Los días que
pasan y,
nosotros de
pasar pasando,
cada tarde con
el eterno café.
Tardes de
besos largos
y japoneses en
la mañana
nuestra pasión
fotografiando.
No debería
decirte, ya lo sé,
como impedir
que mi boca diga,
lo que siente
mi ser.
Dos intentos y
dos fallos,
ya sabes tú
por qué.
Pero como el
tiempo
esta culpa
está pasando
y vivo
deseando volverte a ver.
Hoy es día de
los enamorados,
imposible es
nuestro querer...
dios que me
está matando
el no poder
dentro de ti
volver a
nacer.
Paso las
noches soñando,
lo que mi
cuerpo te negó ayer.
Rafa Marín
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