Noches eternas te quisiera dar,
sueños de alcoba
que despertaron en mi pubertad.
Siempre fui perro,
cazador solitario que odió el collar,
errante por los caminos
y libre por ellos poder vagabundear.
Pero pasó el tiempo
y todo en mi mundo empezó a cambiar.
Lejos se fueron amantes y princesas,
me quedé sin castillos para conquistar.
Eterno este invierno
del que sólo me queda gritar.
Ya no hay ojos brillantes
que me miren cada día al despertar.
Como decirte ahora
que ya me cansé de vagar
y que no quiero
volver a perderme otra vez más.
Rafa Marín
Muy lindo Rafael.. gracias x compartir
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