En tu boca
quedé atado
como lazo del
silencio
sin otro
propósito
mas que
permanecer.
Soy suspiro
apagado, risa.
De tus manos
soy piel,
bañada en
sensualidad,
una vida a la
que abrazar.
Ser para tus
ojos brillo
del más puro
cristal,
reflejo en la
noche...
siempre sueño
de paz.
De tus miedos
quiero ser
alivio hasta
el despertar,
sábanas de
lino blanco
que te inviten
a soñar.
Ser la sangre
en tus venas,
tu corazón a
latidos inundar.
Perderme en
mil besos,
gritarte que
si sé soñar.
Y tú...para mi
,sólo mujer,
caricia del
alma al volar.
No quiero ser otra
huida,
que siempre
está esperando
para de ti
volver desertar.
Rafa Marín
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