Las duras noches en vela,
los días de obstinado sueño,
los días de obstinado sueño,
persiguiendo con empeño,
lo que ella me niega.
lo que ella me niega.
Quizás si toda esta espera,
no fuera más que silencio,
encontraría en el puro verso,
la paz que su mirada se lleva.
Si la luz que la ilumina,
en esta noche de luna,
fuera porque me mira.
fuera porque me mira.
Al cielo que la encumbra,
le recitaría las torpes rimas,
le recitaría las torpes rimas,
que empachada derrama mi lengua.
Rafa Marín
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