a veces una lección no aprendida,
otras un sueño lejano y alguna vez,
la caricia tibia de sus manos.
No importa cuando, si hoy o ayer,
ni si las andaba buscando.
Son como esas pequeñas estrellas
que me vienen a ver;
con sus mundos tan lejanos,
sin orillas ni saber.
Rafa Marín
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