Se ciñe a mi memoria como una pesadilla.
Me seduce como una mujer dulce y hermosa.
Me tiene atrapado como a un pájaro en su jaula.
Soy un esclavo devoto y sumiso que pena en silencio.
Busco una salida y solo encuentro el comienzo
de este laberinto infinito y absurdo.
Rafa Marin.
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