El amor no se entiende en las ecuaciones,
ni en razones, ni de océanos de tiempo.
Es como una explosión dentro del pecho,
ver el mundo en su gama, miles de colores,
percibir el olor de la flor tras la pantalla
y quemarte en el tacto de una tibia piel;
que vive y está al otro lado del mundo.
Amor es oír su voz y sentirse perecer.
Es tener ganas de conquistar los otros mundos.
Es verse en su mirada y dar gracias a dios;
porque eso es para mí el hermoso amor.
No me pregunto cuánto me duele o vale,
ni si será de todos mejor o quizás el peor.
No lo imagino en largas eternidades.
Y si en un soplo tal vez desapareció.
Bien me doy por agradecido en sus bondades.
Rafa Marín